El Espacio Natural de Doñana está integrado por el Parque Nacional de Doñana, que constituye su núcleo de conservación — declarado en 1969 y gestionado desde 2006 por la Junta de Andalucía — y por las áreas de conservación periféricas que conforman el Parque Natural de Doñana, siendo probablemente el área de conservación más emblemática del Mediterráneo occidental y el área protegida más grande de Europa.
Las áreas protegidas de Doñana incluyen siete tipos de ecosistemas (aguas costeras, playas, dunas, bosques, matorrales, lagos arenosos y marismas) y 21 tipos de hábitats, 11 de ellos de gran importancia para la conservación, como la marisma, los lagos de la llanura aluvial, lagunas temporales peridunares, ecotonos de pastizales, bosque de alcornoque, matorral, bosque de enebro costero y dunas.
Doñana alberga una gran diversidad de especies de plantas y animales, incluidas más de 1.500 plantas y más de 300 especies de vertebrados. Esta diversidad incluye íconos de conservación como el lince ibérico, el águila imperial, la malvasía cabeciblanca, la focha moruna y la cerceta pardilla. Doñana es también una zona clave de escala, invernada y cría para cientos de miles de aves migratorias que siguen la ruta que une el norte de Eurasia con África subsahariana.